Que todo ese todo sea la nada, y toda esa nada todo mi todo
porque no había que tener nada. Porque lo teníamos todo.
La sal, el viento, la piedra molida,
la piel seca y el olor de
los caracoles muertos volviéndose arena.
Las olas son como nosotros.
Crecen hasta que en su máximo esplendor se rompen y vuelven a
donde empezaron. Se curan, y crecen, y se rompen. Se curan, se crecen y se rompen
Se repiten, se repiten.
Bruma. Que todo ese todo sea mi ansiada nada.
Todo lo que quiero se pierde fácilmente en este lugar.
Una orilla, sea cual sea, solo me hace recordar que no
quería nada, que tenia todo,
que hubieron un montón de incendios
y que todos los prendí yo.
Hay una eterna conversación entre la destrucción y la construcción, es un juego y
nosotros somos los peones en el tablero de las cosas.
Bueno, no esta tan mal.
Que querías ser sino?
Si no eras nada y lo tenias todo?
Hay tormenta, muerdo y huelo de lejos también.
Y si llueve por fuera debería hacerlo por dentro también.
Es parte de la comunión de los seres y su madre, que les dice cuando llover,
cuando sudar y cuando de frio temblar.
Y a vos cuantos fantasmas te acompañan?
En la bruma es mucho mas fácil de darse cuenta.
A la tristeza hay que hablarla, te la tienen que ayudar a pasar.
A la soledad hay que callarla, nadie te la puede quitar.
Yo me ahogo debes en cuando para romperme todo esto que me invente.
Como una ola. Ellas quizás también. lo hacen a propósito.
Soy el hijo enojado.
Tenia que tener cuidado con lo que deseaba.
Siempre le cante a las mismas cosas las mismas canciones
Que porquería esta forma de escribir.
Aceptar el animal es tan importante como aceptar el humano.
Y el bien. Y el mal.
Todas estas verdades solo pueden existir a costa de mentiras.
Todos dicen lo que piensan todo el tiempo y eso es terriblemente agotador.
Una vez espere una ola para siempre,
nunca creció, nunca se rompió y nunca se curo
El vacio. Nadie lo quiere aceptar.
Podría considerarse algo tan encantador.
Camina por el aire que el piso tiene piedras, ya polvorientas,
Ya tropezadas
Nosotros
Los otros
Los rotos
Hablamos
Sin labios
Cayamos
Con calma
Volamos
Sin alas
Los que no se ven cantan para ella,
creen que en el vacio un dios hace bien.
Somos historias que se van muriendo mientras se cuentan.
Las palabras desaparecen en el tiempo.
No hace falta prender fuego las paginas
de ningún cuaderno.
Las casas sin cimientos se rajan y se parten
no hace falta derribarlas ni cuidarlas.
Nuestras palabras se pudrieron en hojas arrugadas
Son palabras que no tienen contenido,
escritas por desconocidos.
Estos pensamientos dejan de ser míos a medida que los escribo
y empiezan a ser tuyos a medida que los lees.
El vacio este, nadie lo quiere aceptar,
y es bastante encantador.
A mi me acompañan un montón de fantasmas,
no están tan mal, vienen de ayer y de mañana.
Por ahora me conformo con mirarlos, con mirar las orillas, los arboles,
sentir las caricias del viento, de las manos, y las piernas, y los pies
y tus pies y tus manos y tus piernas.
El verde de alrededor de mi debería ser lo mas importante.
No podes estar depierto, cantan las cigarras en la orilla del mar,
cantan desde un alcanfor clavado en la arena.
Alguien vino y lo puso ahí, saco una caja de fósforos
y lo prendió fuego. Era igual a mi.
No cortar a las cigarras a menos que creas que realmente lastiman
No aferrarse a verdad alguna por mas tiempo del necesario
Estaba dormido, no había ningún árbol en la orilla
Y nunca hubo silencio alguno
Y esta no es mi casa pero duermo acá
Y el hogar es solo mi cuerpo que encierra todo lo demás.
Lo vi como se alejaba agarrando de la mano a su soledad.
Escuchaban el ruido blanco del mar.
Cuando volvió me dijo que nunca había estado solo,
que el era bruma de mar.
Quizas es mejor seguir soñando
A despertar y ver todo lo que quedo acá.
En esta orilla tan fría,
solo hay fragmentos de lo que fui algún día.
Quiero ser el olor del suelo
mojándose en la lluvia.
Quiero ser el viento que trae la tormenta.
Quiero ser el fuego que me corre por las venas.